19 Abril Independencia de venezuela
El 19 de abril de 1810 se celebra el Día de la Independencia de Venezuela...
Lo del 19 de Abril de 1810 fue un golpe de Estado, pero no llegó de golpe.
En la formación intelectual de los mantuanos (ricos) de Caracas estaba
presente la Ilustración europea. No escapaba a ninguno de ellos el
conocimiento de los orígenes y desarrollo de revoluciones tan notables
como la norteamericana y la francesa. Venían, pues, nuestros patricios,
alimentándose de estos movimientos independentistas, además de los que
tenían muy cerca, los de Gual y España, las invasiones fallidas de
Miranda, etc.
Pero la influencia más inmediata fue la invasión de
España por parte de Napoleón Bonaparte. Este hecho, que causó
indignación a los españoles, repercutió también entre nosotros, de
manera que empezaron a hacerse diversas manifestaciones a favor del
cautivo rey de España.
Fernando VII, desde su cautiverio, ordena
que se formen de inmediato Juntas Populares para la defensa de la
legalidad y la fidelidad ad rey. El 29 de mayo de 1808 se instala la
Junta de Sevilla, y en Caracas será imitada más tarde.
El 15 de
julio de 1808 llega a Caracas el francés Paul de Lamanon, con la misión
de hacer reconocer como nuevo rey de España a José Bonaparte. La
reacción no se hizo esperar. Los hermanos Bolívar, los Ribas, los
Montilla, los Ustáriz, jóvenes entonces, organizaron una gigantesca
manifestación de unas 12.000 personas que pidió la expulsión de Lamanon.
Las
conspiraciones secretas continuaron hasta que llegó el 18 de abril de
1810, víspera de la revolución. Los más importantes representantes de la
sociedad caraqueña estaban comprometidos con el golpe. Al mediodía del
18, el gobernador y capitán general Emparan, que estaba detrás de los
hilos de la conspiración, envió a algunos de los golpistas a diversos
sitios del país; entre ellos, a Bolívar lo confinó en su hacienda de
Yare, en los Valles del Tuy. Por eso, cuando al día siguiente, el 19 de
abril, estalla la revolución, Bolívar no se encontraba en Caracas.
La
noche del 18 al 19, los complotados se reunieron en la residencia del
médico José Angel de Alamo. La idea era aprovechar que el Jueves Santo
Emparan debía asistir con el Cabildo a la catedral para las ceremonias
religiosas, y así obligarlo a participar en una reunión, estilo cabildo
abierto, donde los criollos plantearían la situación y exigirían la
opinión del gobernador con respecto a lo que ocurría en España.
Los
miembros del Cabildo partidarios de constituir una Junta se valieron
del alcalde José de las Llamozas para convocar a un cabildo
extraordinario, aunque él no estaba autorizado para tal convocatoria.
Pero en esta trampa cayó Emparan, y al asistir al Ayuntamiento convalidó
el acto.
Eran las 8 de la mañana. Luego de varias intervenciones
en apoyo o rechazo a la constitución de la Junta, y cuando empezaba a
caldearse el ambiente, Emparan cortó el debate, alegando que eran dadas
las 9 de la mañana, hora de iniciarse los oficios del Jueves Santo.
De
inmediato, el gobernador se encamina hacia la catedral caraqueña con
paso decidido. Cuando estaba al llegar a las puertas del templo,
Francisco Salias lo detuvo enérgicamente, conminándolo a que regresara
al Cabildo, porque «está en juego la salvación pública».
Ante tal
irrespeto a la primera autoridad venezolana, la fuerza armada intentó
arrestar a Salias, pero su jefe, el capitán Luis de Ponte, siguiendo
instrucciones del Inspector General, Fernando Rodríguez del Toro,
también de los comprometidos, no permitió a ningún oficial ni soldado
que actuara. Esta actitud, más la decidida y persuasiva intervención del
alférez real Feliciano Palacios Blanco, prácticamente obligaron a
Emparan a devolverse al Cabildo.
Llena la sala a toda capacidad,
en una reunión que se hacía cada vez más tormentosa, se llegó hasta el
extremo de proponer al propio Emparan que presidiera la Junta que estaba
por formarse, pero se opuso radicalmente el canónigo José Cortés de
Madariaga, sacerdote chileno decididamente partidario de la
independencia absoluta.
Ante la imposibilidad de llegar a algún
acuerdo, Emparan optó por asomarse al balcón y preguntar a la multitud
si querían que él siguiera gobernando.
El pueblo caraqueño, que
no estaba preparado para un cambio tan repentino, contestó inicialmente
¡SI!. Detrás de Emparan se había colocado con toda intención el canónigo
Madariaga, quien hizo señas al público, para que contestara que no
querían al gobernador. En esa vacilación estaba el pueblo, cuando el
médico yaracuyano José Rafael Villarreal, de acuerdo con Madariaga,
empezó a corear «¡NO, NO LO QUEREMOS!»
En cuestión de pocos instantes, ya todo el pueblo estaba sumado al ¡NO! de Madariaga y de Villarreal.
Ante
la renuncia forzada de Emparan «pues, yo tampoco quiero mando», se
constituyó una Junta Suprema defensora de los derechos de Fernando VII.
Al día siguiente, el nuevo Gobierno publica un Manifiesto en el que
informa de lo acontecido el día anterior, con la promesa de que «os
llamaremos oportunamente a tomar parte en el ejercicio de la suprema
autoridad, con proporción al mayor o menor número de individuos de cada
provincia».
El día 21 de abril fueron conducidos a La Guaira,
para ser extrañados del país, el ex-Capitán General Emparan, el
Intendente Vicente Bassadre, el Auditor José Vicente Anca, los Oidores
de la Audiencia, el Fiscal de la misma y un grupo de colaboradores del
destituido Gobierno español. Les fueron dados los gastos de viaje,
estimados en poco más de 18.000 pesos.
La Junta de Gobierno tuvo
dos presidentes, José de las Llamozas y Martín Tovar Ponte, y 21
vocales. Se nombró entonces un gabinete integrado por Juan Germán Roscio
(Exteriores), Lino de Clemente (Marina y Guerra), Nicolás de Anzola
(Gracia y Justicia), Fernando Key Muñoz en Hacienda.
En la medida
en que lo permitieron las comunicaciones, se sumaron al «ejemplo que
Caracas dio» las provincias de Barcelona, Cumaná, Margarita, Barinas,
Mérida y Trujillo. Las de Guayana, Coro y Maracaibo se incorporaron
tardíamente.
Publicado por:
http://www.efemeridesvenezolanas.com/html/de_1810.htm
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